Parece ser que la polémica siempre acompaña al manga Death Note vaya donde vaya, y el pasado viernes se volvió a desatar la controversia cuando dos personas realizaron un macabro hallazgo mientras paseaban por un parque belga: se toparon con partes de un cuerpo, concretamente la parte baja del abdomen y ambos muslos, y cerca de ellos se encontraron dos notas idénticas que rezaban "Watashi wa Kira desu" (Yo soy Kira).
Según el periódico belga La Dernière Heure, tras las primeras inspecciones, la policía pudo confirmar que los restos hallados habían sido depositados en el lugar pocas horas antes de ser hallados, como mucho unas 6 horas antes de que los dos paseantes dieran la alarma, hecho que se produjo sobre las cinco y media de la tarde. Ya el domingo, se procedió al uso de perros rastreadores, que peinaron la zona del parque Forest en busca de nuevas pistas o más partes del cadáver. Con el hallazgo de los mensajes, el asunto se volvió más misterioso aún si cabe, hasta el punto de que la prensa ya ha bautizado al responsable como "el asesino de los mangas".
En ambas hojas de papel se podía leer la frase en japonés "Watashi wa Kira desu", formula de cortesía para cualquier presentación que se podría traducir como "Yo soy Kira" (y recordemos, que el nombre Kira está extraído de la pronunciación de Killer, asesino en inglés). De hecho, esta es la frase utilizada por el protagonista del manga Death Note en sus primeras presentaciones ante la justicia. El manga, obra de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata publicada originalmente en Japón en el año 2004, ha tenido un gran éxito tanto en su país de origen como en los países extranjeros en los que se ha publicado, ha inspirado diversos videojuegos y dos películas, con visos de una tercera.
El pasado viernes 28 de septiembre, sobre las 17:30, nos encontramos en un camino escarpado de bajada del parque Duden, que se origina en la esquina entre la avenida Jupiter y la avenida Gabriel Fauré. Un primer caminante hace el descubrimiento, pero duda y pide ayuda a otro viandante, quién no duda en el origen humano de los restos, procediendo entonces a llamar a la policía.
En la televisión empezó a citarse, de forma errónea, el avanzado estado de descomposición. Si bien es cierto que tanto la parte baja del abdomen como los muslos estaban azulados, se pudo observar la casi total ausencia de moscas y de hedor, además de que los restos aún no habían sido atacados por los roedores y gatos que rondan por el parque.
La policía se ha visto obligada a pedir la ayuda del público, buscando potenciales testigos que hayan visto una o varias personas con comportamiento extraño (manejando sacos, maleteros de coches...) entre las 12:30 y las 17h del pasado viernes. También es notable el corte que se presenta en los muslos, principalmente a nivel de hueso, pues es muy limpio. El abdomen presenta los testículos, pudiendose así deducir que la víctima es un hombre de raza blanca. Sin embargo, no se han encontrado todavía ni ropa, ni objetos (reloj, joyas), ni identificación, ni algún método de embalaje.
Solo les queda la pista de los dos trozos de papel, con mensajes idénticos, escritos en un papel que no había sufrido aún las inclemencias del tiempo. La investigación debe ante todo establecer que están relacionados con el caso y el hallazgo de las tres primeras piezas de este puzzle humano, del que aún faltan la cabeza, las piernas, los brazos y el tórax, aunque debido a la particularidad de la zona donde han sido hallados los restos parece difícil que esto sea fruto del azar.
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